Exposición en Santander, 1977 Grupo «Macla»
Asi sentí la realidad inaccesible a los 12 años. Pensé: «Nunca mi conciencia estará más despierta que ahora». Y así fué. Siempre pelearon en mi interior estas dos realidades: La razón pura y la caótica humanidad que lo impregna todo de emociones y sentimientos, de ilusiones, espectros, utopías.., Proyectamos al exterior esta lucha sin fin, de un bando al otro, entre amigos y enemigos, sin vencedores ni perdedores, quizás, el único sentido de la vida, si es que la vida tiene otro sentido que no sea el de simplemente sobrevivir. Como una simple rata. Ahí están, desde los dinosaurios.
El arbol alcanzado por el rayo
Retrato de mi madre
Mi madre y yo